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Corría el tercer domingo de Julio por la mañana y solo en el canal de la BBC 11.2 millones de personas estaban al tanto, en directo, de lo que estaba ocurriendo en la cancha central de Londres en el torneo de Tenis de las famosas fresas con crema. Récord de audiencia para este canal y como no iba a serlo si ofrecía el máximo espectáculo de Tenis que se pudiera transmitir este año.


El 1 vs el 2 en Ranking y también en realidades, números y sensaciones. Carlos Alcaraz y Novak Djokovic, llegaban al último día de Wimbledon como los mejores, no solo del torneo sino de la temporada y por un margen, diría yo, bastante amplio. El serbio repitiendo, uno más, de los grandes años que viene teniendo en su carrera y el español con frescura, ambición y ser el ganador con más títulos en lo que va del año.


Los más de 11 millones de espectadores, repetimos, solo de este canal, es probable que no tuvieran claros ciertos números que daremos a continuación.


En lo que va de la temporada ambos jugadores, son los que más % tienen de puntos, juegos y sets ganados y están empatados en dos de esos tres porcentajes, la única diferencia radica en los sets ganados. Nole tiene el 83% de los que ha jugado y Alcaraz el 84%. Son los que más puntos de quiebre generan a favor por partido (4.5 en promedio) y son los que más % de tiros ganadores tienen por juego (19%).


Con tal paridad llegaron a Wimbledon. Y una vez ahí, nada cambio. Llegaron a la final ambos perdiendo solamente 2 sets, Novak gano 124 juegos y Carlitos 121, perdiendo 86 y 76 respectivamente. Coincidieron también en el % de primeros servicios durante el torneo (65%) y en el % en promedio de puntos ganados en cada juego (56%). Jugando en total Alcaraz 1269 puntos por los 1249 que jugo Djokovic para llegar a la final.


Y como no podía ser de otra manera, una vez ahí, en esa tarde londinense, la tendencia de equivalencia se mantuvo. 4 horas y 43 minutos de un tenis excepcional por parte de ambos. De intensidad, estados de ánimo cambiantes para cada uno y de tremenda profesionalidad. 23 juegos por lado y apenas 2 puntos más de los 334 que se jugaron en el partido fueron para Carlitos. Una semejanza inversamente proporcional a la diferencia de edad entre ambos. Casi 16 primaveras y, de hecho, la máxima desde hace 47 años para dos finalistas de Wimbledon.


El riesgo y el hambre del murciano de 20 años fue el único aspecto dispar al final. Superó al serbio en casi el doble en tiros ganadores y de esta forma, si bien hasta ahorita todo había sido sumamente parejo, dio un golpe sobre la mesa. Dejándole claro al mundo del Tenis que él es el comandante de la nueva era.

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