Partner in crime
“Roberto, mate a alguien anoche.” Dijo Efraín. “Ok, tengo una pala, dime dónde lo enterramos”. Contestó
Roberto, sin preguntar más nada.
Con este dialogo describió mi novio el tipo de amigos que él quería en su vida. Incondicionales, raros y únicos. Conexiones que fuesen más allá de los límites y desafíos de la vida, sin juicios ni cuestionamientos.
Cuando él me preguntó si yo tenía alguna amistad que, al hacerle esa confesión, me respondiera como lo hizo Roberto, yo me quedé pensando largo rato… porque no sé silos tengo.
Ese día, me confesó que Roberto era de esos amigos…, y yoquedé fascinada con su revelación de ver cómo podía haber amigos dispuestos a enterrarse en tus locuras, ya
fuesen literales o metafóricas. Ser cómplices en el“crimen” de vivir, compartir las risas y lágrimas, y a
veces, incluso a participar en el entierro de un“problema». “En la trama de mi vida, Roberto es como esepersonaje secundario que se convierten en héroemuchas veces”. Me contaba Efraín. – “No necesitagrandes presentaciones ni declaraciones pomposas; simplemente él siempre está ahí, como un pilar deapoyo, recordándome que no estoy solo en este viaje”.
Para mí, Mariana, la magia de la amistad más bienradica en esa capacidad que podemos llegar a tener
para aceptar los lados oscuros y ligeros por igual. Y en este mundo líquido, que a menudo nos empuja hacia la superficialidad y la desconexión, los amigos incondicionales son un recordatorio de que la autenticidad y la lealtad siguen siendo tesorosinvaluables. Bien decía Freud que la amistad se basa
en la “benevolencia recíproca”; y además es la cosamás necesaria de la vida”.
Mientras escribo esta columna, sigo pensando ¿Quién
podría ser esa amistad incondicional que no sea miperro? Mi madre, sin duda, es una de ellas, Rodrigo, otra y Efraín. Creo que con ellos tres cuento para enterrar a mi muerto.
No era más que un zorro semejante a cien mil otros.
Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo. Cita de «El Principito» (1943), de Antoine de Saint-Exupéry
