Hago… porque Soy
Otra vez nos encontramos en “La Otra Campana” para ver lo mismo de otro modo.
El uso de la palabra es algo a lo que le doy suma importancia, ya que es lo que nos permite comunicar nuestro sentir, pensamiento e ideas.
Además, condiciona la forma en la que se estructura nuestra mente.
Habiéndome dedicado al psicoanálisis e incorporado técnicas de coaching para poder acompañar a las personas, que buscaban mi ayuda, hacia la acción que podría generar un cambio en su vida, me he encontrado con un nudo gordiano que las detenía y asfixiaba.
La cuestión del Ser.
Aquí me voy a permitir algo propio de esta sección en tu revista: la crítica que construye posibilidades.
Como Coach he visto a colegas que, buscando ser efectivos en sus procesos de coaching, desafían a sus coachees con frases que apuntan a supuestos miedos o estancamientos en zonas de confort; ubicando en la base de su llamado a la acción el “Decide quien quieres ser y haz para lograr ser”.
Eso, desde mi perspectiva, es un error.
La educación que recibiste a lo largo de tu vida, te ha apartado lo suficiente de tu centro como para que no sepas o no estés seguro de quien eres. Eso contribuye con la construcción de creencias respecto a que eso que compraste como ideal tiene que ser lo que te define.
Si realmente consideras que eres lo que haces, pudiera haber llegado el momento de que detengas el balón y, antes de hacer tu siguiente jugada, veas mejor tu posición, la de tus compañeros y adversarios, los simpatizantes en las gradas y a tu cuerpo técnico, y sólo entonces decidas cómo vas a jugar.
Propiciar el cambio de observador es un elemento básico en el coaching, y el que te propongo implica volver a pensar lo que has aprendido para que puedas darte cuenta que antes de hacer hay que ser.
Haces porque eres.
Estudias medicina o jardinería, porque ya eres… un ser con diversas habilidades, destrezas adquiridas y capacidad para renovarse.
¿Quién eres para hacer?
Nos leemos la próxima.
