Tañe la campana
Aquí estoy contigo, en La Otra Campana, para acompañarte a pensar fuera de la caja.
La única diferencia es que esta es, al menos por el momento, mi despedida de este espacio que compartimos desde mi primera entrega en aquel diciembre de 2021.
Durante estos 29 meses, nos fuimos conociendo, en tanto iba tendiéndote mi mano para que te dieras el permiso de rescatar tu ser, te dejaras de pelear con tu Ego (tu Yo), te fortalecieras y te atrevieras a dar lo mejor de ti sin que necesitaras demostrar nada. Sólo plantarte pudiendo decir, Yo…
Juntos vimos que sentir y pensar en torno a algo que asusta a muchos, como son las propuestas “Yo existo”, “Yo soy”, “Yo quiero”, “Yo doy”, en vez de aislarte te permite estar presente junto a otro u otros para construir la posibilidad de un nosotros.
El poder no se pide, sino que se arrebata.
Análogamente, hacerte con el espacio vital que necesitas para vivir y construir vida, que sea útil para ti y los demás, siempre exige que el primer paso sea tuyo.
La cultura intentará formar tu conducta para que te comportes como se debe. Algo lógico, pensando en las necesidades de la sociedad.
No obstante, si no haces un alto para frenar el vértigo de la vida que te exige y logras contactar contigo, hay un serio riesgo de que, cuando llegues al final de tu vida, te encuentres con que aprendiste a cumplir y cumpliste con todo lo que se esperaba de ti, y con todos… Con todos, sí, menos contigo.
Te cuento que, si haces contacto contigo, te fortaleces y eres honesto con tu parte humana, entonces tendrás todo para poder cumplir con la enseñanza de San Agustín: “Ama y haz lo que quieras”.
Yo haré lo mismo.
Seguiré escribiendo libros, dictando cursos, formando coaches y acompañando a la gente como tú, si es que me necesitan, para que se descubran y se fortalezcan, y logren sus metas.
Tú, sigue haciendo tañer tu campana.
Fuerte, para que todos te escuchen.
Hasta pronto… Estaré atento para escucharte.
